Hace siglos era conocida como una lengua «oscura»; hoy se ha convertido en la más hablada del continente que más crece demográficamente. El swahili -también llamado suajili-, es un idioma africano que a lo largo de los años ha recibido una fuerte influencia de otros como el árabe, el inglés y el portugués. Originado en la costa este del continente, forma parte de la familia bantu, un abanico de lenguas habladas por los pueblos bantúes en la mitad sur de África.

Hoy, con más de 200 millones de hablantes, es uno de los 10 idiomas más hablados del mundo y en los últimos años ha surgido un sólido movimiento en África para convertirla en la lingua franca del continente. El swahili toma alrededor del 40% de su vocabulario directamente del árabe, pues fue influenciado durante siglos por comerciantes de la península arábica que llegaban a la costa de África Oriental en la búsqueda de nuevos mercados. El pueblo swahili era mayoría en la región y se extendía desde Mogadiscio, la capital de Somalia, hasta el río Rovuma, en Mozambique, ocupando partes de Kenia, Tanzania y algunas zonas del oeste de lo que es hoy la República Democrática del Congo (RDC). El contacto entre este pueblo costero y el mundo árabe y persa se remonta a mucho antes de la llegada del Islam, en el siglo VIII. Pero fue más tarde, bajo el yugo colonial de Alemania y Gran Bretaña a finales del siglo XIX y principios del XX, que fue adoptado como un idioma para ser utilizado en la administración local y la educación. «Empezó como una pequeña lengua costera en África Oriental, que luego entró en contacto con comerciantes provenientes del mundo árabe y de Portugal, principalmente», resume para BBC Mundo Ida Hadjivayanis, profesora y experta en swahili de la Universidad de Londres.

El swahili toma alrededor del 40% de su vocabulario directamente del árabe, pues fue influenciado durante siglos por comerciantes de la península arábica que llegaban a la costa de África Oriental en la búsqueda de nuevos mercados. Una de las razones de su triunfo en África es que al ser una lengua bantu, fue adoptada rápidamente por otros pueblos bantúes, que fueron capaces de leerla y entenderla con relativa facilidad porque ya hablaban otras lenguas de la misma familia. De hecho, suele decirse que el swahili es el idioma africano más fácil de aprender para un hablante de inglés o de una lengua romance. Es uno de los pocos idiomas del África subsahariana que no tiene tono léxico, como el inglés o el español. También es mucho más fácil de leer, ya que las palabras se leen tal cual como están escritas, como el español o el italiano. De igual forma, para alguien que hable árabe puede ser más fácil aprender swahili porque el gran número de palabras que ha tomado del árabe. Para la ghanesa Annabel Lankai, quien estudia swahili, África debería «tener algo que sea de nosotros y para nosotros». El aula de Annabel en la Universidad de Ghana, ubicada en Accra, la capital del país, está a unos 4.500 kilómetros al oeste del lugar de nacimiento del swahili: las costas de Kenia y Tanzania.

En entrevista con la BBC, Annabel recuerda que sus amigos y familiares al principio no entendían por qué estaba estudiando swahili. Pero además de expandir sus oportunidades laborales con el idioma, ella comparte la visión de muchos otros en el continente. «Ya es hora de que abandonemos el idioma de los colonizadores», sentencia la joven de 23 años. Desde hace algunos años muchos africanos quieren que el swahili se convierta en una alternativa al inglés, al francés o al portugués como lingua franca en el continente, o al menos como un idioma comúnmente entendido. Y poco a poco se está logrando. El año pasado la Unesco designó el 7 de julio como el día mundial del swahili y a principios de este año la Unión Africana (UA) lo adoptó como idioma oficial de trabajo. También es el idioma oficial de la Comunidad de África Oriental (CAO). Los hablantes de swahili se distribuyen hoy en día en más de 14 países: es oficial en Tanzania y Kenia, pero también se usa ampliamente en Uganda, las Islas Comoras y la República Democrática del Congo (RDC). En menor medida, tiene hablantes en Burundi, Ruanda, Mozambique, Malawi, Sudán del Sur, Somalia, Zambia, y en Omán y Yemen en Medio Oriente. Algunas naciones del sur de África, como Sudáfrica y Botsuana, lo han introducido en las escuelas, mientras que Namibia está considerando hacerlo. Más al norte, la Universidad Addis Abeba de Etiopía anunció recientemente que comenzaría a enseñar swahili.

La mayoría de los más de 200 millones de hablantes de swahili han adoptado el idioma. Aquellos que lo dominan como lengua materna son minoría: alrededor de 15 millones, según estimaciones. «En el este de África viven pueblos de etnias distintas, con distintos idiomas nativos, que han decidido adoptar el swahili como su segunda lengua para comunicarse entre sí», afirma Ida Hadjivayanis. La profesora asegura que este idioma actualmente está jugando un rol muy importante en la construcción de una «unidad africana». «El swahili debe convertirse en una lengua panafricana. No creo que deba ser la única, pero tiene que pasar a ser un importante activo del pueblo africano», añade. La idea del swahili como idioma panafricano fue impulsada en la década de 1960 por el primer presidente de Tanzania, Julius Nyerere, quien usó la lengua para unificar su nación después de la independencia. «Nyerere jugó un rol muy importante en el crecimiento del uso del swahili. Él entendió que su pueblo necesitaba la lengua para el comercio y para entenderse. La adoptó con la idea del panafricanismo y la veía como una forma de emancipación», explica Hadjivayanis. «Para él, era la lengua de la liberación», añade.

Durante la misma década, el escritor nigeriano Wole Soyinka, ganador del premio Nobel de la literatura en 1986, insistió en el uso del swahili como un idioma transcontinental. «Era nigeriano, pudo haber elegido una lengua nigeriana, pero prefirió el swahili porque compartía la idea de Nyerere y también la veía como la lengua de la emancipación». Si bien en los últimos años el uso del idioma ha crecido aceleradamente, no será tarea fácil hacer que el swahili se convierta verdaderamente en la lengua panafricana por excelencia. Se necesitará voluntad política e invertir muchísimo dinero para que el idioma llegue y sea enseñado en todos los rincones del continente. Actualmente, los idiomas europeos siguen dominando en África. El inglés lidera al ser el idioma oficial o segundo idioma en 27 de los 54 países de África, mientras que el francés es oficial en 21 de ellos. Aunque el swahili es popular en el este, centro y sur de África, su popularidad no ha extendido aún al resto del continente. El árabe sigue dominando en el norte, mientras que en el oeste hay idiomas africanos, como el hausa y el yoruba, que podrían competir por el estatus de lingua franca en esa región. Por eso, muchos lingüistas confían en que el swahili puede consolidarse, con un poco de esfuerzo, en la lengua por excelencia en el centro y el sur del continente. Pero algunos dudan que llegue, al menos en un futuro cercano, a convertirse en una lengua franca de todo el continente.

Autor: Norberto Paredes

Fuentes: BBC News Mundo

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